Con la perfección técnica que exige el ballet clásico y la libertad de movimiento que permite la danza contemporánea, la presentación del Malandain Ballet Biarritz en el Teatro Degollado inauguró el Festival Cultural de Mayo.
Por ser Francia el país invitado de honor en esta 16 edición, la compañía dirigida por el coreógrafo y bailarín Thierry Malandain presentó tres obras de su repertorio: Une Derniere Chanson (Una Última Canción), L’Amour Sorcier (El Amor Brujo) y Bolero.
Ante un fondo luminoso y morado, aparecieron las siluetas de tres bailarines hombres, y con el comienzo de la música de Vin Monique, aparecieron las mujeres antes escondidas bajo un montón de ropa.
Las prendas de ropa apiladas al fondo del escenario sirvieron como herramientas en la danza, y estos montones crecieron cuando los ocho ejecutantes se desvistieron hasta quedar en ropa interior. La pieza ejecutada durante toda la primera parte y en la que sonaron canciones tradicionales francesas, terminó con los ocho bailarines moviéndose bajo una enorme y colorida manta.
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